Para ésta entrada, saco un poco mi alma de periodista
frustrado para hablar de la situación de un equipo de fútbol español, teniendo
en cuenta algunas variables psicológicas.
Este fin de semana un equipo importante dentro del panorama
futbolístico español afrontaba su partido de liga el sábado a las 16:00. Sí,
hablo del FCBarcelona. El campeón de todo la temporada pasada. Liga, copa del
Rey y Champions League adornaron sus vitrinas, empezando este año con la
victoria en la supercopa de Europa y una derrota en la supercopa de España.
El equipo ha llegado a este momento de la temporada con
varias dudas, dudas que se han generado en la portería debido a pequeños fallos
de su portero que han costado goles en contra, dudas a nivel de lesiones
importantes y no tener recambios de garantías hasta enero, dudas a nivel de
jugadas a balón parado como los penaltys… y para colmo de males en el minuto 3
de partido, el jugador clave del equipo se lesiona para los próximos dos meses.
Vamos a analizar un poco cada una de estas circunstancias o
cómo puede afectar a los jugadores.
Ter Stegen.
Portero joven, alemán, gran promesa de futuro en la portería azulgrana y el
portero que el año pasado sujetó al equipo en las noches europeas y de copa del
rey. El año pasado se le recuerdan un par de errores de bulto, uno en
pretemporada y otro en la Champions ante el PSG, pero a partir de ahí sólo se
le recuerdan buenas actuaciones, increíbles aptitudes con los pies y manos
salvadoras por ejemplo ante el Bayern Munich. Este año en cambio, dos goles
encajados por mantener esa posición tan aplaudida el año pasado, haciendo casi
de hombre libre, más un error a la salida de un córner (algo habitual en
porteros jóvenes) han hecho que se reabra el debate en torno a la portería.
Dejo fuera el debate en torno a los 4 goles encajados en Balaídos porque me
parece que está totalmente fuera de debate.
El puesto de portero es un puesto que necesita más confianza
si cabe que los demás, porque es un puesto muy relacionado con el error. Tú no
estás ahí para marcar goles como tus demás compañeros, tu función es evitar
goles. Si no cumples tu función lo más probable es que tu equipo pierda. Es
algo difícil de llevar si no sabes cómo gestionar la presión. El propio MATS
salió a hablar con un periodiista tras el partido de la Roma (encajando un gol
desde 45 metros) y cuando fue preguntado por esto dijo: "Todo está bien,
¿Por qué tengo que cambiar?". La seguridad con la que mencionó la frase
hace creer que sentía lo que decía, además de tener el apoyo tanto de sus
compañeros como del entrenador, e incluso de la grada, lo cual en este club no
suele ser un habitual en este puesto.
MATS necesita partidos para volver a coger la confianza necesaria en su juego, para mantener los aspectos que le han hecho triunfar el año pasado y pulir sus defectos (normales a su edad) de su juego. Ésta semana volverá a tener su oportunidad en Champions.
Punto 2: lesiones
importantes y falta de recambios de garantías hasta enero. Un punto importante.
Todo adicionado al fútbol tiene claro que éste año el FCBarcelona ha perdido
competitividad a nivel de plantilla, debido a la sanción que le impide
inscribir jugadores hasta Enero y debido a la marcha de jugadores que desde su
papel en el banquillo fueron importantes el año pasado como son Pedro o Xavi.
Ahora sumado esto a la grave lesión de Rafinha y los dos meses sin Messi, el
Barça se queda sin muchos recursos de alto nivel casi hasta navidad. ¿Cómo
afrontará esto Luis Enrique? Opino que la mejor manera es hacer fuerte al
equipo por encima de las individualidades. El año pasado vimos como éste equipo
se cimentó casi exclusivamente en su delantera (una delantera de lujo), con
papeles más secundarios para el resto de componentes.
Ahora creo que el técnico
tiene la oportunidad de hacer una actualización del equipo, buscar mecanismos
de potenciación del equipo, haciendo que todos se sientan importantes,
incluyendo en los 11 iniciales tanto a Sergi Roberto (genial como lateral
derecho), Munir, Sandro, Gumbau, Samper…. Canteranos que conocen perfectamente
el modelo de juego y que aspiran a ser los nuevos Pedro, Busquets… Porque
seamos sinceros…. Cuando debutaron estos dos últimos citados recién subidos de
3ª división, ¿alguien esperaba que fuesen a dar el rendimiento que dieron?
Seguramente ni ellos mismos lo esperaban, pero tuvieron la confianza del
entrenador y un sistema de juego que potenciaba el equipo por encima de las
individualidades, y eso es lo que puede hacer ahora Luis Enrique.
Los penaltys. Un punto
importante debido a que es una situación que tiene grandes probabilidades de
convertirse en gol y que últimamente se está convirtiendo en una situación que
genera ansiedad al lanzador, al menos visto desde fuera. Leo Messi, el
principal ejecutor de estas jugadas nunca ha sido un lanzador de penaltys
excelso, si nos fijamos en sus primeros lanzamientos de penalty nos podemos
fijar que siempre lanzaba despacio y hacia un lado, engañando al portero, pero
corriendo el riesgo de que si el portero adivinase el lado del lanzamiento se
lo parase debido a la poca potencia que le imprimía al lanzamiento. Podemos ver
como progresivamente su técnica ha ido cambiando para pasar a lanzar con más
potencia, esperando menos al portero y eligiendo previamente el lanzamiento.
El punto clave en este aspecto es el lanzamiento fallado por
Messi en la semifinal de Champions League contra el Chelsea hace unos años.
Podemos ver como a partir de entonces la tasa de lanzamientos fallados se ha
incrementado notoriamente. Sea de forma consciente o no, las consecuencias de
fallar ese lanzamiento se han notado en los posteriores lanzamientos de Leo,
que hasta entonces no solía fallar habitualmente desde los 11 metros. En cambio
su comunicación no verbal en los últimos tiempos nos demuestra que no se
encuentra cómodo en ésta situación. El fin de semana pasado sin ir más lejos,
lanzó dos penaltys, ambos fuertes y al mismo lado, marcando el primero y
fallando el segundo enviándolo por encima del larguero. Su reacción ante este
segundo penalty cuando su equipo ganaba 3-1 demuestra que es algo que le
preocupa.
Éste fin de semana, ya sin Leo en el campo, el encargado de lanzar
fue Neymar, que ya ha lanzado alguno en el Barça. Su lanzamiento tampoco fue
acertado y se genera una situación incómoda ante estos lanzamientos. El
problema está en cómo percibe el jugador ésta situación: normalmente, el
lanzador parte con ventaja ante el portero en éstas situaciones, por algo se le
llama "pena máxima", pero si el lanzador percibe la situación como
algo donde tiene mucho que perder y poco que ganar (ya que todo el mundo espera
que marque, ya que es "fácil" marcar, ya que un penalty "lo
marca cualquiera") se puede generar una situación de ansiedad que si no se
sabe controlar genera inseguridad y miedo a esa situación.
Y por último llegamos a un punto importante. Leo Messi. Le dolió a todo el
barcelonismo la lesión de su estrella más rutilante. En ese minuto 3 en el Camp
Nou, y hasta llegados al minuto 10 en el que se retiró del campo
definitivamente, todo el barcelonismo encogió su corazón, para centrarse luego
en sus móviles y conocer las noticias de la lesión de Leo. Lo mismo pasó en el
terreno de juego. El Barça, más preocupado por Messi que por el partido, se
encogió en esa primera parte. El Barça, que con Messi se coloca en una vía
láctea que parece inalcanzable para el resto, ahora tendrá que competir
sabiendo que está al alcance de otros. Asignatura: la vida sin Messi.
Todo el mundo sabe que el juego del Barça se basa en Leo
Messi. Si el 10 está bien, casi se garantiza la victoria. Si el 10 no está
bien, el Barça tendrá menos opciones de ganar, y si no está en el campo, todo
el sistema desaparece.
Jugar sin esa ventaja de tener en tus filas al mejor marcará
el futuro del equipo durante una temporada exigente. Si el grupo no se resiente
y consigue sacar adelante sus compromisos, crecerá y verá reforzado su carácter
primero y su autoestima después. En cambio, si la inercia es negativa, si el
equipo no logra superar la ausencia del argentino, el pesimismo envolverá al
Camp Nou y la duda se instalará en el vestuario. La vida sin Messi será dura. Algunas
veces, tan dura que el Barça perderá. Pero bien afrontado, esto puede
fortalecerlo.
Luis Enrique tiene ahora la oportunidad para hacer que el
grupo sea mejor de lo que estaba siendo hasta ahora. Potenciar al equipo,
potenciar mecanismos de equipo, para que cuando vuelva Leo, el equipo sea más
fuerte incluso que cuando él se fue. Ahora bien, del grupo depende que su
lesión sea un contratiempo y no un auténtico drama. Es la hora de medir el
potencial del Barcelona. Este es el gran desafío para el Barcelona. Crecer
como equipo hasta convencerse de que están a la altura de un reto mayúsculo,
ganar todo después de haberlo ganado todo.
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