lunes, 28 de abril de 2014

Hoy, despues de unos días especiales quería dedicarle la entrada a alguien que nos ha dejado hace unos días, y creo que la mejor forma es citar un artículo de marcadorint.com de Toni Padilla. Perfecto.

"Barça TV tiene unas imágenes preciosas de la vieja Masía del Barça. Finales de los años 80. En ellas aparecen algunos chavales jóvenes con esos polos Lacoste ochenteros. Un chaval con cara de niño, Guardiola. Un jovenzuelo con un peinado casi afro, Lluís Carreras. Y un tipo serio que ya se afeitaba y conducía, Tito Vilanova. El edificio de la Masía aún está al lado del Camp Nou. Una vieja casa recuerdo de esos siglos en que los campos llegaban hasta las puertas de Barcelona. Esa casa, conservada en medio de una urbe que no dejó de crecer, pasó de ser la morada de campesinos para ser la casa de los hijos de los campesinos. Si en la nueva Masía del Barça los chicos llegan de todos los continentes, en los 80 llegaban especialmente de pequeños pueblecitos catalanes. Guardiola era hijo de un paleta. Tito, de un campesino trabajador que llegó a ser alcalde de Bellcaire d’Empordà, un pueblo de 600 almas. En esa preciosa tierra llena ahora de turistas. En esa preciosa tierra que antes era de gente seria, cerrada, curtida por el viento de mar. Gente que labraba la tierra. Tito era un tipo de esos, sólo que le dio por el fútbol.
Tito Roura Barcelona - FocusTito Vilanova y Jordi Roura, en un encuentro de la Champions 12/13. Foto: Focus Images Ltd.

martes, 22 de abril de 2014

Llega un punto en casi todas las temporadas regulares en que hay muchos equipos que ya no se están jugando nada excepto la honra de seguir ganando partidos o de subir uno o dos puestos en la clasificación aunque sin relevancia real. Esta motivación puede ser suficiente para la mayoría de deportistas, normalmente los más profesionales, aunque es comprensible que haya una pérdida de tensión competitiva en éstas situaciones. No disputar cada balón como si fuera el último, esforzarse aunque sin llegar al límite de tus fuerzas… es algo habitual cuando ya has cumplido tus objetivos y no es posible conseguir un objetivo superior de forma matemática.



Se podría decir que es una situación a la que se está enfrentando el Bayern de Guardiola ahora mismo. Campeón a falta de 7 jornadas para el final, era normal pensar que en las 7 jornadas restantes el equipo perdiera competitividad puesto que todos los objetivos en esa competición estaban cumplidos (tan sólo quedaba la motivación de ganar la liga sin perder ningún partido y algún otro tipo de récord), y así se ha demostrado jornadas después puesto que desde la victoria contra el Hertha de Berlín por 1-3 donde se consiguió la Bundesliga, el Bayern ha disputado 4 partidos de los que sólo ha ganado 1, perdiendo 2 de ellos (algo que no había pasado en todo el año) incluyendo una sonrojante derrota en casa contra el Borussia Dortmund.

martes, 15 de abril de 2014


Delanteros. Una raza extraña dentro de los propios futbolistas. Suelen ser a los que primero se señala cuando un equipo pierde si ha tenido alguna ocasión clara de gol. Suelen ser los únicos futbolistas que pueden vivir de una sola acción: el remate a gol.

Gol. Esa gran palabra que apasiona y que asusta a los delanteros a partes iguales. La función principal de un delantero suele ser la de marcar goles para el equipo, finalizar las jugadas que genera el equipo. Dependiendo del estilo de juego del equipo tendrá unas responsabilidades u otras pero el gol siempre es una de ellas. Cuando el equipo gana no pasa nada porque no haya marcado, pero es cuando el equipo pierde y el no marca o incluso tiene un mal rendimiento fallando ocasiones que parecían más difíciles de fallar que de marcar,  cuando todo el entorno señala al deportista: parte del público te silba e incluso aplauden tu sustitución, las redes sociales se llenan de mensajes pidiendo tu salida del 11 titular o incluso se llenan de mensajes de mofa hacia tus fallos. Los medios de comunicación incluso te señalan como el gran culpable del mal resultado, puedes ver como las portadas se llenan de posibles sustitutos para el año siguiente…. Es algo que está muy al día en los equipos más grandes del mundo y en menor medida mediática en equipos más humildes.



lunes, 7 de abril de 2014


¡Hola a tod@s de nuevo! Esta semana he cambiado el día de la nueva entrada porque estaba inspirado ahora mismo. La entrada de hoy va a ser eminentemente práctica.  Os voy a enseñar un modelo de intervención que se me ha ocurrido a mí mismo para mejorar los problemas que tenía un jugador a la hora de mantener su concentración en el juego y no en aspectos externos como podía ser el público, el árbitro, los jugadores rivales si le provocaban…

Me he apoyado en una técnica de la que ya he hablado algunas entradas atrás como son las autoverbalizaciones o palabras clave. Éstas se basan en "el diálogo personal manifiesto o no, en el que el deportista interpreta los sentimientos, percepciones y convicciones y se proporciona a sí mismo instrucciones y reafirmaciones". Es una técnica efectiva para controlar los pensamientos e influir en las sensaciones del jugador o deportista además de dirigir su atención hacia lo que nosotros queremos.

Con este jugador en concreto más que centrarnos en las sensaciones corporales me centré en que mantuviese su concentración en el juego en sí, en el partido y no en todo lo que lo rodea. Para ello antes de preguntarle si utilizaba el diálogo interno o si quería aprender a usar palabras clave o autoverbalizaciones empezamos por ver si era capaz de concentrarse en una tarea como era el fútbol durante los entrenamientos.


 
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