Consecuencias de la ansiedad y el estrés en deportistas
La
ansiedad eleva de cinco a siete veces la frecuencia de lesiones en los
deportistas, según muestran los resultados de un estudio realizado por expertos
de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España).
Según
un estudio reciente con futbolistas juveniles reveló que los deportistas que
manifestaban niveles altos de ansiedad tenían 7,08 veces más riesgo de lesión
que los futbolistas con bajos niveles de ansiedad, y los que manejaban peor la
presión deportiva tenían 5,33 veces más riesgo de lesión.
Actualmente estamos en disposición de poder afirmar que el estrés y la ansiedad
deportiva afecta al menos a los siguientes elementos:
·
Se alteran los niveles de ejecución del deportista,
reduciendo la efectividad y el rendimiento habitual.
·
Se condicionan algunos síntomas y respuestas fisiológicas
que alteran la salud.
·
Aumenta la sensibilidad de los deportistas de cara a una
mayor predisposición hacia las lesiones como ya hemos mencionado
·
Se genera un lenguaje interno negativo que dificulta el
progreso en la trayectoria profesional del deportista.
·
Se alteran las expectativas del deportista de cara a la
consecución de resultados.
Los síntomas físicos más
frecuentes son:
1. Sequedad en la boca.
2. Palpitaciones.
3. Sensación de falta de aire.
4. Opresión en el pecho después de hacer deporte.
5. Temblores en las manos y en los pies.
6. Sudoración excesiva.
7. Falta de apetito.
8. Mareos.
Podemos afirmar que
también afecta a:
·
Aparato digestivo: gastritis, gastritis crónica, ulceras, molestias
digestivas, estreñimiento, digestiones lentas, picores anales, pérdida del
control de esfínter anal, gases.
·
Aparato respiratorio: crisis de asma, respiración rápida,
dificultad respiratoria, opresión torácica, falta de aire.
·
Aparato cardiovascular: hipertensión arterial, taquicardia,
arritmias, caídas bruscas de la tensión arterial.
·
Sistema nervioso central y aparato locomotor: disminución
de los reflejos, aumento de tono muscular, rigidez, dolores musculares,
parálisis en el cuello, en las extremidades, convulsiones, temblores, tics,
nervios, mareos, vértigos, parálisis y cataplejía.
·
Aparato genito urinario: aumento del tono de la vejiga
urinaria (hay que orinar frecuentemente) disminución de la libido sexual,
pérdida del control de esfínteres.
·
Piel y uñas: rubor aumento de sudoración, caída del pelo,
picores, alergias, alteraciones en el sudor.
·
En los sentidos afecta a la vista con visión borrosa, ver
doble, al oído sintiendo ruidos fuertes y pitidos al olfato disminución de los
olores, al gusto ningún alimento sabe bien y al tacto hay disminución de
ciertas sensaciones.
Afrontamiento o métodos de intervención
Como
profesionales del deporte debemos pensar en el deportista y ayudarle en todo
momento a que afronte los problemas que tiene para ello debemos:
·
Ser cautos en las proposiciones y expectativas a conseguir
con los deportistas, en cuanto a la superación de sus problemas de
afrontamiento al estrés.
·
Ser sinceros en el planteamiento, enfoque y dificultades
del programa.
·
Ser flexibles en el diseño, ajustándose a variables
individuales, teniendo en cuenta que no se puede diseñar un programa válido
para todos los deportistas y situaciones.
·
Hacer explícitos y objetivables los elementos del programa
(no realizar programas encubiertos) de manera que la cuantificación de los
aspectos sirvan como sistema de evaluación, control y seguimiento de los
progresos y las dificultades.
·
Tener en cuenta que la potencialidad de los mecanismos de
afrontamiento varían y evolucionan a lo largo del tiempo, a la vez que la
especificidad de respuesta varía en base al tipo de estresor que se presente.
Es importante en base a esto, preparar un repertorio de medidas de trabajo
variado y flexible.
·
El adiestramiento es sensible a diferencias individuales y
culturales.
·
La generalización de una estrategia de afrontamiento a
distintos ambientes no tiene porque ser consecuencia de la intervención, es
preciso aprender y entrenar dicha generalización.
·
Se deben incluir las posibles reacciones del deportista
ante los fracasos o retrocesos parciales en el programa de inoculación como
parte del propio programa.
·
Se deben incluir las posibles reacciones del deportista
ante los fracasos o retrocesos parciales en el programa de inoculación como
parte del propio programa.
·
Hay que tener además en cuenta que disminuye la
probabilidad de éxito del programa si el deportista atribuye los fracasos a
factores de su propia personalidad y que aumenta la probabilidad de éxito si
los fracasos son atribuidos a un esfuerzo o trabajo insuficiente o a una
inadecuada estrategia del programa.
Estrategias más comunes
Veamos
ahora cuales son algunas de las estrategias que se pueden utilizar como para
prevenir las situaciones de estrés que provoquen una baja del
rendimiento:
·
Control de las variables generadoras de incertidumbre.
·
Fijación de objetivos coherentes consensuados entre los
deportistas y cuerpo técnico para que siempre sirvan de incentivo:
·
Planificación coherente de entrenamiento: teniendo en
cuenta una buena distribución entre cargas y descansos de acuerdo al grado de
compromiso y objetivos deportivos.
·
Variación de los métodos de entrenamiento, teniendo en
cuenta la creatividad en la planificación de cada uno.
·
Tener en cuenta la exigencia y duración de cada ejercicio
de acuerdo a la variable o valencia a entrenar para que pueda servir de
incentivador y no de agente estresante.
·
Favorecer el reconocimiento en relación al esfuerzo y al
trabajo, no únicamente a los resultados obtenidos.
·
Desarrollar la confianza
·
Evaluar el rendimiento después de la competencia y no
durante. Siempre en forma constructiva.
·
Orientación acerca del uso del tiempo libre.
Conclusiones
Para
concluir el desarrollo del tema, podemos decir que tanto la ansiedad como el
estrés son dos problemas muy propensos en la sociedad actual y que afectan a
mucha gente. Como hemos dicho anteriormente, estos problemas afectan más a los
deportistas que se someten a mayores rendimientos, de esta manera, los
deportistas deben entender que no deben preocuparse del resultado una vez que
se ha dado todo el rendimiento posible, porque si hacemos deporte es porque
disfrutamos con lo que hacemos y no debemos sumergirnos en situaciones que nos
arrastren, sino aprender de los errores y hacerlo lo mejor posible, de esta
manera realizaremos el ejercicio más felices, con mayor energía, estaremos más
positivos y nos saldrá todo mejor.
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