Esta va a ser una entrada muy especial, a partir de ahora
cada comienzo de semana llevará consigo una entrada referida a las experiencias
de un futbolista amateur llevando a cabo diferentes estrategias psicológicas y
contadas desde su punto de vista.
Día 6/09/15.
"Primer partido de liga. Hace años que no juego a nivel
de equipo en ningún lado. Tan sólo llevo 3 semanas de entrenamientos y con
varias faltas a los entrenamientos por diversos motivos. Mi nivel de confianza en
mí mismo es alto porque sé cuáles son mis grandes cualidades y cuáles son mis
defectos y cómo debo solventarlos, pero el hecho de jugar teniendo la presión
de tener que ganarme el puesto hace que tenga una mezcla de ganas de jugar y de
nerviosismo.
Me tomo el día como un día normal, como un día cualquiera,
aunque hoy sí que es cierto que desarrollo vagamente algunas tareas de VISUALIZACIÓN, nada demasiado potente
pero sí que es cierto que reviso mentalmente ciertas partes de los
entrenamientos y como defenderme de distintas situaciones en las que soy más
débil. En los próximos partidos desarrollaré más este tema porque sé que me
puede ayudar mucho.
Para este partido, teniendo en cuenta que era el primero y
no quería sobrecargarme en exceso, llevé a cabo pequeñas acciones que me
otorgaran mayor confianza de cara al partido. En cierta manera he ido creando
una pequeña RUTINA.
De esta forma, al acabar de comer (una comida poco pesada),
estuve escuchando algunas de mis canciones actuales favoritas mientras
descansaba de forma relajada en cama. Por tanto cree un espacio de RELAJACIÓN en el que no pensar en el
partido y disfrutar de algo que me gusta como es la música justo antes del
partido.
Una vez llegado al campo descubrí que iba a ser titular. Fue
un pequeño cambio de planes pero en lugar de enturbiar mis pensamientos con el
cambio de planes, me dio una mayor confianza.
Durante el calentamiento intenté estar en la mayor tensión y
poniendo toda mi CONCENTRACIÓN en lo
que estaba haciendo porque los partidos empiezan desde el calentamiento e
incluso antes, no sólo cuando el árbitro pita el inicio del partido.
Una vez empezado el partido, teniendo en cuenta que empecé
en una posición que no es totalmente habitual para mí, lo que hice fue llevar a
cabo AUTOVERBALIZACIONES cada vez
que el balón salía fuera del campo o cuando el balón se situaba en el otro lado
del campo para mantener la posición con respecto a mis compañeros y estar
atento tanto a mi marca como a los desmarques de los jugadores rivales.
El aspecto donde más dubitativo estuve fue en el juego aéreo
como suele ser habitual ya que es un aspecto del juego donde no demuestro gran
confianza a pesar de tener una buena estatura y una capacidad de salto decente. No salto con intensidad ni voy fuerte al choque, e incluso cuando puedo no salto y dejo que el rival sea el que salte mientras yo busco corregir la posición para interceptar el rechace. A pesar de esto, en la segunda parte, una vez que ataqué bien un par de balones
aéreos, se podría decir que gané un punto de agresividad en este aspecto
haciendo que fuese más al choque en este tipo de jugadas durante el resto del
partido.
Un punto clave para mi juego es la confianza que tengo en mi
velocidad, con lo que las jugadas en las que el balón está dividido o aquellas
jugadas en las que el rival encuentra un hueco en carrera no me suponen ningún
obstáculo ya que a lo largo de los años he aprendido que ésta es mi mejor
cualidad, por lo que me siento muy SEGURO
en este tipo de acciones.
Para el próximo partido me pongo como deberes salir al campo
un poco más relajado, con lo que llevaré a cabo una tarea de relajación previa
al partido, mantenerme más concentrado en el partido en sí y no tanto en aspectos
más externos como la grada o los banquillos para lo que tendré un par de
palabras clave preparadas y llevaré a cabo algún ejercicio de visualización más
específico para mejorar en jugadas a balón parado y de juego aéreo principalmente".
Como podéis ver en el texto, aparecen repartidas distintas
técnicas recomendadas en la psicología deportiva a la hora de preparar o de
jugar un partido:
·
Rutina previa al partido.
·
Pequeñas tareas de visualización (espontáneas).
·
Relajación mediante la utilización de música.
·
Tensión y concentración durante el
calentamiento.
·
Autoverbalizaciones durante el encuentro para
mejorar el posicionamiento.
·
Seguridad en los puntos fuertes de su juego.
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