Actualmente participo como jugador en un equipo que milita
en la tercera división autonómica gallega. La categoría más baja del fútbol en
mi provincia. Y viendo cosas que pasan en los campos y charlando con otros
compañeros de otros equipos y no sólo de fútbol, si no hablando con compañeros
que juegan a baloncesto en este mismo nivel llego a una conclusión: la gente
que juega en éstas ligas no tiene claro donde está jugando.
Empecemos dejando una cosa clara: si juegas en una liga como
ésta, seguramente sea porque no tienes nivel para jugar en ligas superiores.
Encontramos excepciones como: juegas con tus amigos y no quieres cambiar de
equipo, eres mayor y ya no quieres mantenerte en un nivel más exigente, eres
joven y estás empezando….
Tengamos en cuenta que son ligas para aficionados, ligas
para amateurs, nadie va a vivir del fútbol jugando en ligas regionales, ya que
casi es difícil vivir del fútbol jugando en ligas nacionales como 2ªB en
algunos casos y 3ª división en la mayoría de ellos. Por tanto hay cosas que no
concuerdan. Por ejemplo el nivel de agresividad de algunos jugadores, la
intensidad que ponen en cada disputa, las contínuas protestas a los árbitros, comportamientos
de los entrenadores o del público…
Lo que deberíamos tener claro es que este tipo de ligas son
ligas para DISFRUTAR. Disfrutar del fútbol, disfrutar del deporte, disfrutar de
los amigos que haces dentro de un equipo e incluso los amigos que haces en
equipos rivales. Porque sí, se puede jugar contra otro equipo, ser competitivo
y luchar para ganar y conseguir tus objetivos, pero manteniendo el respeto por
el rival y forjando amistades en equipos rivales. Si esto pasa en el fútbol
profesional donde se lucha por campeonatos, contratos millonarios, cambios de
equipo… ¿Porqué no pasa aquí?
1º Posiblemente porque la gran mayoría de los jugadores de
estos equipos nunca han recibido una formación a nivel de cantera, donde se
enseñan unos valores y una manera de competir, donde un entrenador nos
establezca normas de comportamiento desde pequeños, donde tengamos multas o
sanciones por llegar tarde a entrenar, por hablar cuando no debemos, por
protestar en los partidos…. Todo eso es un proceso de formación que no sólo
forma deportistas, estamos formando personas desde pequeñitos. Enseñarles el
valor a respetar a otras personas que no sólo son familiares, enseñarles el
valor a respetar a los rivales a pesar de competir contra ellos. Todo esto podemos
verlo en jugadores de altísimo nivel como podría ser Andrés Iniesta por
ejemplo. Es un jugador que guste más o menos, creo que se caracteriza por
mostrar siempre un gran respeto por el rival, no se le suele ver protestando de
forma airada a los árbitros ni insultando o mostrando malos gestos al rival. Un
auténtico modelo de comportamiento.
2º Muchos de los jugadores que disputan estas ligas son
personas que trabajan durante la semana y el fin de semana buscan una vía de
escape para liberar toda la tensión que han acumulado durante la semana. Y qué
mejor manera que el fútbol. Esto vale tanto para jugadores como para afición y
técnicos. En el campo se liberan las frustraciones de la semana, ya sea dándole
una patada a un jugador del equipo rival, insultando al banquillo del otro
equipo o actuando como un energúmeno en la grada. Tenemos que tener claro que
el deporte está hecho para disfrutar, para DISFRUTAR, no para descargar
tensiones en los rivales. Disfrutar a través de la competitividad, llevarte al
límite una y otra vez, probarte en un contexto de deportividad…. todo esto no
es compatible con la liberación de frustración y la agresividad mostrada por
algunos jugadores. Si tiendes a ser impulsivo y has experimentado como tus
reacciones te condenan pregúntate a ti mismo: "Esto que voy a hacer ¿tendrá
consecuencias negativas para mí, para la otra persona o para el equipo?".
Si la respuesta es sí, dale al botón de STOP. La rivalidad sana está en el
deseo constante de mejorar para superarte a nivel personal, no para debilitar
al rival ni hacerle daño.
Si juntamos esos dos factores, la falta de formación y la
necesidad de liberar tensión y frustración, nos encontramos con un cóctel
difícilmente controlable por los estamentos.
La única manera posible de solucionar ésta situación empieza
porque los directivos de los clubes se posicionen a la hora de elegir los
técnicos y los jugadores de sus clubes. Que los entrenadores tengan un perfil
adecuado para dirigir a un equipo de este tipo, que los jugadores seleccionados
acaten unas normas de comportamiento que se establezcan por parte del
entrenador en consenso con los jugadores. Que se establezcan actitudes aceptables
y actitudes que no se aceptan dentro del equipo y que el entrenador sea capaz
de manejar esa situación, mostrándose firme en todo momento.
Lo ideal sería que este modelo de comportamiento se llevase a cabo desde
niños, por eso se insiste tanto en que sea el deporte que sea, hagamos que los
niños practiquen algún deporte, ya sea fútbol, taekwondo, atletismo, baloncesto….
porque no sólo favorecemos su desarrollo físico, si no que hacemos que se
desarrolle a nivel personal, empapándose de valores y de modelos de
comportamiento adecuados.
El fútbol es un deporte que se centra en los pies, controla y domina el balón, dos equipos atacan y se enfrentan defensivamente en la misma cancha rectangular de acuerdo con ciertas reglas. Debido a su fuerte antagonismo, tácticas cambiantes y gran número de participantes, el fútbol es conocido como el "No. El fútbol está ampliamente desarrollado e influyente en el mundo de hoy, y se considera el deporte número uno del mundo.
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