viernes, 20 de junio de 2014

El papel de la selección española en el mundial de Brasil desde el punto de vista psicológico.

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Buenos días a todos. Esta semana después del mal papel de la selección española de fútbol en el Mundial de Brasil voy a hablar un poco sobre posibles causas de esta debacle y también a matizar todo lo que se dice por ahí, siempre desde el punto de vista de la psicología y no metiéndome en otros aspectos como pueden ser aciertos o errores tácticos. 

¿En la escala del 0-10 en qué nivel de importancia está el aspecto psicológico en el fútbol?
La importancia debería ser de 10, exactamente en la misma medida que otros aspectos como el físico, técnico y táctico, ya que estas cuatro ramas son inseparables en cualquier actuación.
Una buena preparación mental es clave a la hora de afrontar un partido. Desde horas antes de la competición hasta después de la misma. Controlar el estado de activación, la concentración, la autoconfianza, la cohesión de equipo, etc., son habilidades psicológicas que se deben entrenar si se quiere conseguir un rendimiento óptimo del equipo. No cuidar el aspecto psicológico dentro del alto rendimiento dejándolo al azar, puede hacer que no se obtengan los resultados esperados.





¿Se pueden perder las ganas de ganar?
En teoría es un aspecto que no debería preocupar con respecto a la Selección Española de Fútbol. La pérdida de “motivación” por ganar puede producirse por diferentes motivos, por ejemplo, por haber alcanzado los máximos objetivos en el deporte y no saber encontrar otros que te sigan ilusionando. Es cierto que la Selección Española de Fútbol ha conseguido ganar dos Eurocopas y un Mundial de forma consecutiva, pero siempre quedan nuevos retos como por ejemplo, ser los únicos que han ganado Eurocopa, Mundial, Eurocopa y Mundial de forma consecutiva; nos faltan la Copa Confederaciones que perdimos con EEUU y con Brasil… etc., por esto siempre existe una motivación nueva por la que luchar. Otra cosa es que estos nuevos retos no se hayan planteado como deberían.
Además, a nivel individual, lo bueno de ser una Selección es que cada año van jugadores nuevos (a veces 3 o 4, a veces muchos más) que no han ganado nada con la ‘Roja’.  ¿Qué pequeño problema encontramos aquí este año? Que realmente de los 11 jugadores titulares en ambos partidos que se han jugado (Holanda y Chile), tan sólo dos jugadores se pueden considerar nuevos (Azpilicueta y Costa), ya que el resto era gran parte del bloque que han ganado los torneos anteriores. De hecho ni siquiera entre los suplentes que han jugado han aparecido muchos de estos jugadores nuevos ya que tan sólo Koke contra Chile jugó como novedad en torneos internacionales.
Hay que decir que la desilusión o desmotivación por ganar puede darse, como todas las variables psicológicas implicadas en el deporte, pero pueden entrenarse y pueden recuperarse.

¿Después de ganarlo todo, como se mantiene ese punto de ilusión y motivación en la Selección Española?
Volvemos un poco a lo de antes, cuando se trata de la Selección es complicado perder la ilusión, porque el ir a jugar un Mundial es un premio que se ha ganado cada jugador a lo largo de una temporada y que lucha por ir a competir con su país. En este caso podríamos debatir si se han elegido bien a los jugadores adecuados, qué aspectos han influído a la hora de elegir a un jugador y no a otro que ha jugado al menos al mismo nivel…. Pero creo que ese es un debate que aquí no se va a resolver puesto que cada uno tendrá su opinión y se supone que si el seleccionador ha elegido a estos jugadores, por algún motivo será.
Siempre hay nuevos retos para los que han ganado todo y la ilusión y motivación se mantiene con los jugadores que ya han ganado casi todo y con los nunca han ganado nada con la ‘Roja’.
A pesar de todo, en este punto el papel del técnico y de todo su equipo técnico es vital, son quienes tienen que gestionar el significado de la victoria, diferente al de la victoria conseguida por primera vez, seguir creyendo en lo que se puede lograr. Y hacerlos ver un objetivo más ambicioso como repetir los cuatro títulos seguidos, gesta que nadie ha conseguido.
Por otro lado tenemos a los propios futbolistas. Un ejemplo, serían los jugadores que no suelen ser titulares o que apenas disponen de minutos. Tienen una motivación clara: ser titulares. Son el futuro de la Selección. Y aquí llega el mismo problema que antes. No se ha apostado por los nuevos jugadores que han llegado nuevos a la selección menos el caso especial de Costa y Koke o Azpilicueta.
¿Del Bosque es más psicólogo que entrenador o viceversa?
Del Bosque es un entrenador reconocido mundialmente por lo que ha conseguido no solo con la Selección, sino también con el Real Madrid. Sería un error decir por nuestra parte que Vicente es un gran psicólogo porque no es cierto. Otra cosa es que Del Bosque sepa bien gestionar grupos, pero eso es un habilidad que ha ido adquiriendo a lo largo de su carrera a través de mucho trabajo, y experiencia.
Si que es cierto que por su aspecto y su manera de trasmitir no parece un entrenador que pueda ser un motivador natural (que a lo mejor sí lo es, pero su aspecto dice lo contrario). En este caso podríamos hablar del Cholo Simeone, de Guardiola, de Luís Aragonés del que ya todos sabemos el gran papel que ha tenido en la selección y sus métodos para motivar a lso jugadores...



¿Cómo se trabaja la solidaridad en este equipo cuando la mayoría de jugadores no sólo han ganado títulos con la selección si no que con sus clubes ya lo han ganado todo?
Insisto nuevamente en la gestión de significados. Si se imponen los mensajes centrados en el propio ego de cada futbolista, en su YO, en lugar de en el NOSOTROS, de la necesidad de remar en la misma dirección para alcanzar el objetivo grupal sería una tarea arduamente complicada mantener la solidaridad. Lo importante es que cada jugador entienda su papel dentro del equipo y como puede colaborar dentro de él para conseguir el objetivo común que persiguen. Se trata de tener a todos implicados desde el primer minuto en que son convocados.
Valdés es campeón del mundo habiendo jugado solamente un encuentro, pero no por ello implica que tenga menos méritos que Casillas. Tenemos que pensar en que una competición no sólo son 6 u 8 partidos, sino tres semanas, 504 horas, 30.240 minutos que pasan juntos conviviendo. El ambiente de la Selección no sería lo mismo sin Pepe Reina, que juega un papel fundamental en el equipo, Valdés ayuda a Casillas a entrenarle en las previas de los encuentros….Cada jugador tiene su rol y su papel en la Selección. Cuando le toca a la Selección jugar una competición, todos los jugadores se desenfundan las camisetas de sus respectivos equipos y se ‘enchufan’ la Roja para remar en una misma dirección.



Y al hilo de esto… ¿Es importante el grupo más que el entrenador?
Tiene que existir una relación entre el cuerpo técnico y el grupo si queremos obtener el máximo rendimiento, como decíamos antes, cada uno tiene su papel y todos son importantes. El entrenador juega quizá el rol más visible, ya que es la cabeza, el capitán del barco, en el que se focalizan las atenciones con respecto al equipo, es quién elige a los once que comenzarán el partido, es quien mantiene una filosofía, pero no nos olvidemos que detrás de él hay figuras muy importantes sin las cuales no tendría sentido su figura, como los jugadores, el fisioterapeuta, que por ejemplo fue clave para Iniesta en el pasado Mundial, el preparador físico, el psicólogo del deporte, el médico deportivo, etc. Es decir, el entrenador es clave, el resto del cuerpo técnico es clave, los jugadores son clave, pero mucho más importante es la sinergia entre estas figuras y el grupo.
¿El grupo seguiría igual de unido si no fueran capaces de ganar títulos?
Aquí estaríamos hablando de que llega primero el éxito o la cohesión. Está claro que el éxito es un factor muy importante de cohesión en cualquier grupo. Sólo hay que ver la cantidad de aficionados tan dispares y de diferentes nacionalidades incluso, que pueden tener equipos grandes como Madrid, Barcelona, Manchester United, Milán, etc. Pero no hay que olvidar que el éxito llega después de empezar a conseguir buenos resultados, y los buenos resultados no llegan por azar o por suerte, sino por trabajo conjunto de todos y cada uno de los integrantes de un equipo (jugadores, cuerpo técnico, directivos, etc.). Indudablemente, también está claro que como seres humanos cada vez que no se consiguen los resultados esperados tendemos a buscar culpables y muchas veces externos para protegernos, aunque también habría que ver la situación en concreto, porque existen factores dentro de la derrota que también pueden cohesionar, como puede ser una percepción de injusticia.


Fuente: editado de http://www.interdeportes.es/la-psicologia-y-la-roja/

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