lunes, 18 de agosto de 2014

Las charlas tácticas. Objetivos de cada una, como gestionarlas, distribución de tiempo...

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                Hola a tod@s. Después de un par de semanas de parón, vuelvo a la carga con un tema que no había tratado y que creo que es fundamental por su cercanía con los partidos (ya sea en fútbol, fútbol sala, baloncesto….) y por tanto con el aspecto mental del jugador en el partido. Las charlas tácticas. Y no sólo eso, si no hablar de cada una de ellas. Qué objetivos tiene cada una, cómo afrontarlas, cómo debe gestionarlas el entrenador….



Charla táctica antes del partido.

     Esta charla se realiza como su nombre indica antes de empezar el partido. El objetivo de esta charla es dar a conocer los métodos tácticos colectivos e individuales, tanto propios como del contrario. Es decir la distribución en el campo y la movilidad que adoptarán los jugadores y los equipos. Saques de falta, córner, barreras, acciones defensivas y ofensivas….
     Es importante conocer los puntos fuertes y puntos débiles del rival. Para ello se deberá haber estudiado al rival previamente; la experiencia del entrenador, un buen equipo técnico  o la experiencia de partidos anteriores pueden dar una idea del estilo del juego del adversario.

·         En caso de que el rival sea muy débil, no debemos enfocarnos únicamente en sus debilidades ya que estas saldrán por si solas a la luz en el transcurrir del partido. Debemos abordar sus fortalezas para no ser sorprendidos.
·         En caso de un rival muy fuerte es conveniente analizar al detalle tanto sus fortalezas como sus debilidades para poder sorprender y no ser sorprendidos.

     Esta charla ha de ser clara y sencilla y no tiene que durar mucho (10-15 minutos), ya que si la alargamos demasiado corremos el riesgo que los jugadores dejen de prestar la atención necesaria. El momento idóneo para realizarla debería ser la llegada al campo, es decir entre dos y una hora antes del partido.
Charla motivadora antes del partido

     Esta charla al igual que la anterior se realiza antes del partido pero se distingue en sus objetivos. Su finalidad es motivar a los jugadores reduciendo su tensión y estimulándoles para el inicio del partido. Esta charla, para hacerla más efectiva, debe ser inspiradora, fresca y positiva evitando hacerla demasiado larga y repetitiva. Si se hace muy larga se corre el riesgo de sobrecargar de información a los futbolistas. Se realizara de manera colectiva aunque también de manera individual, acercándose al jugador para transmitirle cercanía y modulando la voz en función del estado en que se encuentre.
     Hay que tener en cuenta el estado de nerviosismo prepartido y la vulnerabilidad de los jugadores, por lo que a la hora de hablar al futbolista habrá que tener en cuenta las palabras que se emplean,  destacando las fortalezas del jugador, evitando las palabras negativas y sin mencionar los puntos débiles.
Esta charla se puede entremezclar con la anterior o hacerla justo al acabar la charla táctica si se hace de forma colectiva. De forma individual, el entrenador podrá cerrar la charla y acercarse individualmente a algún jugador en concreto para hablar con él o hacerlo mientras salen por el túnel de vestuario de forma mucho más informal. Esto dependerá del estilo del entrenador y de la personalidad del jugador. 



Charla en el descanso del partido.

                La charla del descanso se realiza a modo de feedback y debe contener  tanto indicaciones tácticas como contribuir a la motivación del equipo para la segunda parte. El entrenador dará indicaciones de manera global y se centrara personalmente en los jugadores que hayan tenido problemas en la primera parte para desarrollar su labor.

                La manera de estructurar y fraccionar el tiempo de descanso es algo crítico para suministrar una buena retroalimentación al jugador. Sería beneficioso organizarse antes del descanso para tener en cuenta el tiempo disponible, qué decir, qué cambios hacer…

                Un factor a tener en cuenta es el tiempo disponible: 15 minutos, de los cuales una parte de ellos deben ir indicados al descanso de los jugadores, rehidratarse, fisioterapeuta… Se recomiendan unos breves minutos (3-4) de silencio en el vestuario para que los jugadores puedan descansar y reposar y a partir de aquí el entrenador debe tomar la iniciativa.

                La charla del entrenador durante el descanso debe ser una mezcla de indicaciones tácticas, correcciones, incentivos y una exposición inconsciente de su estado de ánimo y su confianza y por ello ha de vigilar no solo lo que transmite, sino el cómo lo transmite.

                El entrenador no debe dejar nada al azar en este período. Otro aspecto importante es cómo se va a comunicar con los jugadores: su posición en el vestuario con respecto a los jugadores, su manera de comunicar….

                La posición del entrenador durante el descanso es importante para minimizar distracciones y debe ser el entrenador quien determine la posición para la charla. Es importante que todos los jugadores estén en una posición en la que puedan ver y oír al entrenador. Los jugadores que están sentados detrás de la persona que habla comúnmente se desconciertan y pueden perderse alguna actitud no verbal de comunicación que podría ser importante para que se entienda un concepto.



                Muchos entrenadores tienen una más fácil comunicación con los jugadores sentados, sin embargo algunos jugadores necesitan moverse por razones físicas (en movimiento regularizan la presión sanguínea). Esto ha de tenerse en cuenta para que no coja al entrenador por sorpresa.

                El míster tiene que haber detectado los fallos de los jugadores y el equipo, encontrar las soluciones y transmitirlo de la manera más clara posible. Si el equipo está jugando mal o las sensaciones no son buenas, el entrenador buscará dar sus indicaciones o su valoración sin que su enfado o su decepción influya en su análisis. Si el equipo va ganando o está jugando bien, revisará los fallos que haya habido o analizará las jugadas de posesión del rival.

                Se destacará siempre que la segunda parte es un partido nuevo y se aconsejará al equipo, si va bien, que continúe con esa dinámica. Si por el contrario el equipo va perdiendo o lo está haciendo mal, se intentará hacer olvidar al equipo la primera parte y enfatizar las posibilidades de la segunda.

 Directrices básicas a seguir por el entrenador durante el descanso:

- El entrenador debe evitar siempre, las discusiones entre los miembros de la plantilla.
- El entrenador debe mostrarse confiado en el rendimiento de los jugadores.
- El entrenador debe dirigirse personalmente y de manera privada a aquellos futbolistas que le  inspiren menos confianza en ese partido y aprovechando que están siendo tratados por el equipo médico o reponiendo líquidos, acercarse a ellos para mantener una charla más directa, pues  el resto de la plantilla no necesita tanta atención.
- El entrenador debe corregir de manera positiva, enfatizando sí fuera el caso la visión positiva sobre la segunda parte.
- El entrenador puede elevar la voz, si ello puede puede suponer un acicate para algunos jugadores pero la media general de jugadores no saca partido de broncas desaforadas, gritos excesivos y mucho menos de faltas de respeto, aunque se puede “dar un puñetazo en la mesa” sabiendo de antemano cómo y cuándo hay que darlo, sin dejarse llevar por la tensión del momento.
- El entrenador ha de mantenerse frío, y haber conversado ya con sus ayudantes sobre las modificaciones necesarias para un buen resultado del partido.
- El entrenador debe hacer que sus jugadores tengan claro que el partido tiene dos partes y que la primera  ya terminó. Si la primera fue bien, hay que empezar la segunda con la misma intensidad, orden e intensidad. En cambio, si fue mal, es el momento para rehacerse de los errores, y una segunda oportunidad de congraciarse con ellos mismos, sus compañeros y su público.
- El entrenador tiene un tiempo limitado, y ha de decidir, por ejemplo sí el equipo necesita un empujón para salir del letargo, o por el contrario apoyo y nuevos objetivos para seguir en la línea de la primera mitad.
- Es importante no “embarullar” las pizarras o las cabezas de los jugadores con discursos tácticos. Ideas claras y breves.  El estado emotivo de los futbolistas no es el más adecuado para prestar atención a una larga charla táctica. Si hay cambios, que sean explicados con sencillez.
- El entrenador, con el fin de cohesionar el equipo, sea cual sea el resultado, debe obligar a todos los integrantes de la plantilla (a excepción de algún suplente que esté calentando para salir) a estar en el vestuario en el descanso para animar al grupo.
- El entrenador también ha de evitar que los jugadores se queden fríos tanto en el período que están en el vestuario como en la vuelta al terreno de juego.



Charla post partido.

     Esta charla se realiza también a modo de feedback, como es obvio este feedback no servirá para el transcurso del partido pero sí para los partidos posteriores.

     El vestuario, tras un partido, es un lugar donde se magnifican las emociones independientemente del resultado obtenido. En caso de victoria y buen juego, el entrenador no deberá exaltar la actuación del equipo sino destacar que el partido ha concluido y que empieza una nueva semana de entrenamiento para preparar el siguiente partido. Lo que sí que hará es enfatizar el valor del trabajo y la importancia de mantener la misma línea. Cuando el resultado es negativo y el juego ha sido muy malo, nunca se descargará toda la ira de manera furiosa sino que se hará con una mezcla de delicadeza, precaución y firmeza.

Hay entrenadores que prefieren suprimir esta charla. ¿Porqué? Puesto que cuando se gana o se hace un buen partido es muy sencillo hablar con los jugadores, pero cuando se pierde o se hace un mal partido puede ser fácil dejarse llevar por la ira o el enfado. Por tanto hay entrenadores que prefieren dar esta charla en el siguiente día de entrenamiento, habiendo hecho un análisis profundo en frío del partido, tanto tácticamente como de la actuación de los jugadores para darles una valoración.


PD: Os dejo un par de ejemplos de dos entrenadores llevando a cabo una charla de vestuario. Una es de Marcelo Bielsa en su última temporada en el Athletic de Bilbado tras perder la final de la UEFA Europa League y la final de la Copa del Rey.
Otra es de Pep Guardiola tras el final del partido de Supercopa de Europa con 0-0 en el marcador y antes de empezar la prórroga.

Charla Marcelo Bielsa tras perder dos finales.
Charla Pep Guardiola en la prórroga de la Supercopa De Europa.

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