¡Hola a todos! Aquí estoy de nuevo
y debido a una noticia que me ha resultado llamativa (Inglaterra está evaluando el contratar un psicólogo para los
lanzamientos de penalty en el Mundial) , esta semana la entrada va a ser
sobre los lanzamientos de penalty en el fútbol. Se puede decir que un penalty
es una situación de gran presión tanto para lanzador como para el portero. Hoy
voy a tratar el tema desde la perspectiva del lanzador y el próximo día lo
afrontaré desde el punto de vista del portero y además añadiré algunas técnicas
psicológicas que se usan a la hora de lanzar un penalty. Además también os
añadiré unos pequeños datos estadísticos como curiosidad.
Aquí os adjunto la noticia que me
ha llevado a enfocarme en este aspecto: http://www.marca.com/2014/02/25/futbol/futbol_internacional/premier_league/1393353337.html
El acto de pitar un penalty en el fútbol ha recibido un gran número de interpretaciones sobre el porqué de las fallos o de la efectividad en su ejecución, y no son pocas las veces en los que se le ha calificado como un duelo entre el portero y el jugador que lo lanzará.
·
Punto de
vista del jugador que lo va a lanzar.
La
mentalidad de quien se pone frente al balón requiere contar con una perspectiva
de oportunidad, considerarse como el afortunado al que se le concede la oportunidad
de conseguir un gol. Sin embargo hay calificativos como el ser una
responsabilidad, una lotería…. incrementan la presión más aún si cabe en el
temor a fallar, a decepcionar. Es mejor entrenar la mente a entender lanzamiento
de un penalty como una distinción, una fortuna y no como una responsabilidad,
de ahí la importancia de la preparación psicológica para todos los que están
involucrados en el partido.
Como
jugador el requisito primordial es querer lanzar el penalty, poseer
determinación y autorregulación de las emociones para que éstas se mantengan a
favor. En el momento de la ejecución incrementar la activación y la
concentración, pensar en donde colocar el balón más que en ¿y si me equivoco?,
controlar los tiempos, aprovechar la ventaja, disfrutar del dominio y la
superioridad sobre el portero. Una mentalidad adecuada para el lanzamiento de
un penalty se entrena de manera sistemática hasta alcanzar la dureza
mental necesaria.
Comencemos por describir qué hacen los futbolistas.
Generalmente una situación de penalti se produce en, o genera por sí misma, una
situación de alta activación. El jugador encargado de ejecutar el lanzamiento
suele ser un especialista o el jugador objeto de falta (exceptuando los
penaltis que deciden las finales o la clasificación a otra ronda después de una
prórroga). Éste, coloca cuidadosamente el balón sobre el punto de penalty,
eligiendo un lugar estable y sin irregularidades, que garantice un golpeo
certero. A partir de este momento, y hasta que el jugador golpea el balón,
queda algo inexplorado para la mayoría de entrenadores y futbolistas. ¿En qué
piensa el lanzador?, ¿qué pensamientos pueden ser molestos y cuáles pueden
ayudar a concentrarse?, ¿a qué hay que atender?, ¿cómo hay que estar de
activado?
Una cuestión básica: es necesario
que el lanzador tenga suficiente habilidad y destreza como para ser capaz de
acertar sobre una diana imaginaria. En jugadores de cierto nivel este no suele
ser el problema.
Hay que tener en cuenta que
existen zonas de la portería a las que el portero tendrá muy difícil llegar,
incluso sabiendo de antemano cuál será el lugar de destino. Por ejemplo, las
zonas que están cercanas a los postes derecho e izquierdo, especialmente cerca
de las escuadras.
En función de todo esto, hay
jugadores que deciden cuál será el punto al que dirigen el lanzamiento antes de
comenzar el mismo. Otros especialistas, sin embargo, lo deciden durante el
lanzamiento, especialmente en función del movimiento del portero.
·
Variables psicológicas que
afectan al lanzador en los lanzamientos de penalty.
Entre las variables psicológicas
que hay que controlar podemos distinguir dos grupos: las que influyen durante
esta ejecución y otras cuyo ámbito es más amplio.
Entre las que influyen en la
ejecución, principalmente debemos tener en cuenta:
La atención:
si el jugador pasa demasiado tiempo mirando el entorno, la portería, o al
portero (abierto a la estimulación externa), tiene mayor probabilidad de no
concentrarse adecuadamente. En algunas ocasiones el portero puede ser el que,
mediante alguna protesta, baile, movimientos… consiga desconcentrar al
lanzador. Se debe entrenar al jugador para que domine la atención en cada
instante anterior al lanzamiento.
El nivel de
activación: la situación que rodea a los penaltis, con
frecuencia, suele ser dramática. Porque se ha producido una falta, o bien
porque ésta no se ha producido y el árbitro se equivocó; porque el resultado
del equipo está en juego; porque se suele producir una situación de protestas
durante unos minutos que acalora a los jugadores, técnicos y público. En estas
situaciones de presión, el jugador debe entrenarse en regular su nivel de
activación hasta un nivel óptimo. El jugador fallará probablemente tanto si
está demasiado relajado como si está demasiado activado. El entrenamiento para
regular el nivel de activación es una de las intervenciones más sencillas para
un psicólogo del deporte.
La autoconfianza:
es la percepción del jugador de que es capaz de resolver la situación con
éxito. Se debe basar en una percepción realista, desarrollada fundamentalmente
a través del entrenamiento de las habilidades y la exposición a situaciones
similares. En los penaltis, un exceso de confianza o una falsa confianza
(cuando el jugador se expresa muy confiado pero en realidad no lo está tanto),
probablemente acabarán en un error.
Entre las que influyen de forma
más amplia tenemos, al menos, las siguientes:
La motivación:
se pueden distinguir varios tipos de motivación, pero sintetizando, se puede
decir que ésta debe ser la adecuada a la situación. Ni baja, ni excesiva. En
principio, será más favorable si está orientada a conseguir el triunfo en lugar
de a evitar el fracaso, permitiendo al jugador centrarse en la tarea en lugar
de propiciar pensamientos relacionados con la posibilidad de derrota.
El estrés:
la tensión que se va acumulando a lo largo de los partidos y los momentos
posteriores, dentro y fuera del vestuario, sumada a la presión de los medios de
comunicación, los contratos millonarios, etc., puede generar una alerta
incontrolada, modificar el control del nivel de activación y alterar los ritmos
de sueño, por ejemplo.
La cohesión del
equipo: lo que la gente llama la unión del vestuario, en
situaciones complicadas asegurará la percepción de que los compañeros estarán
contigo, aunque el resultado sea malo. Si el ambiente es adecuado dentro del
equipo, la rivalidad se convierte en una competencia sana y se regula el estrés
percibido. La cohesión ejercerá de amortiguador en situaciones difíciles.
Un consejo: desarrollar una rutina
de lanzamiento, que incluya el control de las variables psicológicas
además de las físicas y técnicas, favorecerá el dominio de los penaltis en las
situaciones adversas y, por tanto, una mayor probabilidad de éxito. Esto mismo
es aplicable también al lanzamiento de
faltas o córners (¿porqué creeis que Cristiano Ronaldo o la mayoría de
especialistas cuentan siempre los mismos pasos, se colocan igual, hacen los
mismos gestos, incluso hablan consigo mismos?). Hacer siempre lo mismo, llevar a cabo una rutina y no
cambiarla nunca da al jugador una sensación de confianza ya que, si lo he hecho
miles de veces en los entrenamientos y mayoritariamente me ha salido bien, ¿qué
va a cambiar ahora?
No sólo es importante mantener siempre la misma
rutina. Otra técnica que usan los
lanzadores es concentrarse tan sólo en la portería. Dejar fuera de la
percepción el entorno, el árbitro, los compañeros, el portero rival, el sonido
ambiente…. fijarse simplemente en la portería y en el balón. Al principio es
complicado dejar de lado todo esto, pero con entrenamiento y manteniendo una
técnica pulida la mayoría de balones acabarán muy cerca de los palos. Esto se
denomina concentración reducida externa, puesto que la focalización de la
atención estaba dirigida exclusivamente a la portería. Este tipo de
concentración es fácilmente entrenable y por tanto mejorable.
“La estrategia óptima para los lanzadores de penaltis
es coger un punto y tirar a él, ignorar al portero durante el proceso”, explicó
el investigador del proyecto de un equipo de la Universidad de Exeter en
Inglaterra sobre los lanzamientos de penalti, Greg Wood.
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