En el ámbito de la psicología del deporte aplicada a los
equipos deportivos de rendimiento, se ha confirmado repetidamente la existencia
de estados psicológicos de los jugadores que se asocian a acontecimientos
relevantes ocurridos durante la competición. Es decir, que desde un modelo
interactivo- la conjunción de los aspectos relevantes de la situación y los
aspectos disposicionales de los jugadores, nos conduciría a la posible
existencia de eventos críticos en el transcurso del juego que poseerían un peso
específico más determinante para el resultado final de la competencia que
otros. Y además, y consecuentemente con el modelo, esto debería ser estudiado
respecto del marco temporal (duración, momento del juego) en el que se
desarrollara la competición deportiva.
Este fenómeno no se hallaría muy alejado, desde un punto de
vista general, de los de la "mano caliente", propio de los lanzadores
en baloncesto, o del "efecto jugar en casa", descrito en distintos
deportes. Es difícil encontrar en los dos casos anteriores una variable
psicológica claramente definida que se pueda relacionar con los hallazgos
objetivos de los datos obtenidos mediante la observación del juego.
En el fútbol, tal vez el acontecimiento más importante que
puede ocurrir durante un partido es el gol, para cualquiera de los dos equipos.
Es evidente que existen otros (sustituciones, expulsiones, errores, media
parte) que poseen también un valor determinado, pero que tal vez no posean la
capacidad determinante del gol en cuanto al resultado final (Garcia-Mas, 2002).
Y que, asimismo y además de la naturaleza intrínseca del gol obtenido (tras una
gran jugada, de rebote o de suerte, tras un fallo propio, o incluso en propia
puerta), pueden ser importantes los factores extrínsecos y situacionales del
gol, tales como el momento en que se produzca. Así desde el punto de vista del
estrés percibido parece ser una
situación reconocida por la mayoría de jugadores (Brandao et al., 2006), aunque
de forma distinta según la cultura en que se esté.
Ésta misma semana hemos podido asistir a la importancia de
conseguir un gol que cambia completamente el estado emocional no sólo del
equipo que lo marca, si no del equipo que lo encaja, y así hemos podido ver dos
ejemplos en el último F.C.Barcelona - Real Madrid. Con resultado 1-0 favorable
a los locales y un juego repartido, tanto en ocasiones como en control del
partido, el Barcelona falla una ocasión y en la misma jugada el Madrid logra el
1-1. Desde ese momento y hasta el final el dominio pasa a ser absolutamente del
equipo visitante, teniendo claras ocasiones de gol y perdonando a su rival.
Tras el descanso se podría decir que seguía la misma tendencia que al final de
la 1ª parte, aunque minimizada, hasta que llegó el gol del Barcelona en su
primera llegada a portería en la 2ª parte. 2-1 y cambio completamente de guión:
a partir de aquí fue el equipo local el que llevó la manija del juego y el que
pudo golear a su rival. Puede que aquí hayan influenciado otros aspectos como
el cansancio, jugadores que llegaban de lesiones y al ir pasando el tiempo iban
perdiendo frescura…. pero lo que no se puede negar es que el impacto se vive
exactamente desde el momento del gol, al igual que en la 1ª parte en caso
contrario.
Los goles de un equipo o de otro fueron suficientes para
animar a un equipo y hundir al equipo rival.
Un gol implica ponerte por delante del rival y decir: "¡Aquí
estamos! ¡Somos mejores que vosotros!". Y no sólo eso, si no los cambios
físicos que se producen, no sólo en el goleador, si no en todos sus compañeros y la grada: la inyección de adrenalina que se
sufre provocan que los músculos se coloquen en estado de alerta y excitación,
lo cual el jugador interpreta como un estado de alta capacidad y fuerzas
renovadas.
Por tanto un gol no es sólo eso, no es sólo un número en el
marcador, es un estado emocional, es un mensaje al equipo rival, un mensaje a ti
mismo.
¿Y por qué el equipo que recibe el gol pasa posteriormente
por momentos complicados? Por recibir un gol no bajas tu capacidad técnica, no
pierdes tu visión espacial o no eres capaz de pegarle tan fuerte al balón. Eso
todo ocurre porque tu mente te está diciendo que estás en una situación difícil,
que quizás te habías estado engañando, mientras que el equipo que marca el gol
tan sólo se preocupa por el momento presente, por el qué tiene que hacer para
marcar el segundo o tercer gol.
¿Influye en el resultado de un partido
de fútbol marcar primero?¿está esto relacionado con la ventaja de
jugar en casa? El estudio de los factores que pueden influir en los deportes de
competición se ha realizado en distintos contextos deportivos, tanto en
deportes individuales como el boxeo, como en deportes de equipo, como el
baloncesto, voleibol y fútbol.
Recientemente una investigación de la Universidad de Islas
Baleares ha estudiado estos efectos en la Liga de Fútbol profesional y la Liga
Nacional de Fútbol Sala de España.
Dos factores importantes en el resultado de un partido son, por una parte, jugar en casa, siendo sus causas los efectos del público, efectos de los viajes de los jugadores al campo contrario, la familiaridad del entorno de juego, el sesgo arbitral, y los efectos psicológicos. Y por otra, el marcar primero durante el encuentro, que puede interactuar con el primero. Si un equipo local marca primero puede haber una mayor implicación en el público, y al contrario si el que marca es el visitante: se puede producir una desconexión del partido por parte de los espectadores.
Dos factores importantes en el resultado de un partido son, por una parte, jugar en casa, siendo sus causas los efectos del público, efectos de los viajes de los jugadores al campo contrario, la familiaridad del entorno de juego, el sesgo arbitral, y los efectos psicológicos. Y por otra, el marcar primero durante el encuentro, que puede interactuar con el primero. Si un equipo local marca primero puede haber una mayor implicación en el público, y al contrario si el que marca es el visitante: se puede producir una desconexión del partido por parte de los espectadores.
Se analizaron los resultados de todos los partidos en las temporadas 2005-06
hasta 2009-10 , excluyendo los resultados 0-0, respecto a la
ventaja de jugar en casa, la ventaja de jugar en casa para marcar el primer gol
y la ventaja de marcar el primer gol.
Estos resultados fueron sometidos a análisis estadístico
obteniéndose que la ventaja de jugar en casa fue de un 60,21% y 62,67% en ambas
ligas, la ventaja de jugar en casa para marcar el primer gol fue del 56,96% y
57,30% respectivamente. La ventaja de meter el primer gol fue, si marcó el
equipo local, de una 74,45%, empató un 18,86%, y perdió un 6,69%. Si el equipo
que marcó primero fue el visitante la ventaja es del
62,09%, empató el 18,10% y perdió el 19,81%.
En conclusión: cuando el que marca el primer gol es el
equipo local tiene más probabilidades de ganar el partido que cuando marca el
primero el equipo visitante.
Desde el punto de vista de la psicología social, el apoyo del público local como factor involucrado en el fenómeno de la ventaja de jugar en casa es considerado por los propios aficionados como determinante. El sentimiento de pertenencia al grupo y de compartir emociones durante el juego refuerza la autoestima de los jugadores y aumenta la identidad social, produciendo lo que se denomina facilitación social: el rendimiento aumenta ante la presencia de otros. El factor facilitador puede llevar asociado un incremento del rendimiento del deportista al reducir los efectos negativos del estrés y los niveles de ansiedad.
Fuente: Universitat de les Illes Balears, Javier Sampedro Molinuevo y Jaime Prieto Bermejo. Revista de Psicología del Deporte 2012, Vol. 21.
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